lunes, 21 de enero de 2013

LA RECONEXIÓN CON LO DIVINO.


Muchas veces las personas "nos alejamos de Dios "por diversas razones. Una de ellas es debido a que nuestro concepto de Dios y lo divino ya no corresponde a los esquemas y parámetros que establece la religión que practicamos y en este caso suelen darse dos opciones. Intentar reconciliarse con el sentido de lo Divino buscando religiones diferentes. Pero debido a que "todo cambia, y lo único que no cambia es que todo cambía" (Heraclíto) llegará el momento en que nuestra concepción de la Divinidad ya no correspondera con esa  práctica, y  así es que podemos explicar el deambular de una religión a otra en el camino de la búsqueda.
En muchas ocasiones  el error fundamental es creer que solo a través de una práctica religiosa establecida y socialmente aceptada, es el único camino para llegar a reunificarnos con la divinidad. Debemos comprender que la función de toda religión es servir de puente o enlace a lo divino. Basta reflexionar un poco para romper esos parámetros enmohecidos ya por la historia y la evolución del ser humano. Sí Dios es, según la cosmovisión católica, el creador, omnipresente, omnisapiente , omnipotente, es un juez y testigo ... Es evidente que su naturaleza esencial está más allá de una concepción antropomórfica, que le limita. Esta más allá del tiempo, del espacio , de un nombre , etc... para poder reconciliarnos con el sentido de lo divino y con la Divinidad, debemos ubicar que sí " estamos hechos a su imagen y semejanza" es entonces evidente que alguna parte de nosotros tiene esas mismas características divinas, donde podemos re-encontrar a Dios.  El ser humano esta constituido por una parte material y un cuerpo no material. El cuerpo físico no puede ser omnipresente pues esta limitado a un tiempo y a un espacio, en cambio nuestra mente no tiene esa limitación pues basta recordar un momento para estar en el pasado o imaginar un futuro para construir, para crear una realidad, un mundo en nuestra propia mente.  Es en nuestra mente y en nuestra conciencia donde nosotros juzgamos nuestros  propios pensamientos, palabras, acciones u omisiones , pues no hay mayor juez que nuestra propia consciencia . Es precisamente ahí,  en nuestra mente donde estriba la naturaleza esencialmente divina que todos y cada uno de nosotros tenemos.  Y tomando en cuenta nuestra naturaleza dual conformada, a nivel mental, de un aspecto racional , correspondiente al hemisferio izquierdo , y  una parte contemplativa que surge del hemisferio derecho.  Usando ambos aspectos de nuestra mente divina, la razón y la contemplación, es como podemos reconciliarnos con el sentido de lo divino . Para ello el estudio de la Geometría Sagrada, considerada como una meditación racional y la contemplación en esas estructuras matemáticamente construidas , tales como los mandalas naturales o artificiales, un buen camino para  re-establecer nuestra  Divina conexión, y así aprender a mirar lo divino en todo cuanto nos rodea, por ello el Taoísmo dice: "un ordinario mira en una flor una simple flor; Mientrás que el sabio mira la estructura del universo en cada flor." 
Por: Juan Carlos Martinez
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