jueves, 29 de agosto de 2013

Ensayo sobre la esencia divina y la educación obnubilante.



"Este mundo sería el mejor de todos los mundos posibles
si no hubiera ninguna religión."
(Emmanuel Kant)

El sistema educativo convencional fragmenta la consciencia
y una consciencia fragmentada pierde fuerza 
en pro del sistema económico imperante. 
(K.D.)

¿Cómo es la naturaleza real del ser humano?  Debido a que nosotros, a través, del proceso educativo vamos siendo condicionados  día con día en el seno familiar, la escuela y sobretodo   con  la religión, es evidente que olvidamos la naturaleza real del ser humano   y para rescatar o atisbar esa naturaleza esencial humana debemos retornar a la esencia natural que manifiesta el humano en sus primeros años de vida, donde la educación como factor condicionante aún no ha ejercido su poderosa influencia. Partiendo de la premisa que “educación es sinónimo de condicionamiento”.
 El ser humano nace siendo un ser feliz, honesto  y pleno ante sí mismo y los demás, pues  un bebé llora cuando tiene hambre y ríe cuando  así lo siente; es decir que  se manifiesta tal como es.
Poco tiempo después el niño se manifiesta como un investigador  natural empírico, quien a través de sus sentidos quiere conocerlo todo… y ahí empieza la familia a condicionarlo con regaños y prohibiciones con la finalidad de protegerlo.  Posteriormente y con el uso de sus primeros razonamientos,  frente al mundo que le rodea quiere saberlo todo… y manifiesta un filósofo natural  que cuestiona  todo y por todo con un porqué, para qué, y cómo… y  llegará el momento en otra vez la familia opaca la esencia natural del Homo Sapiens, ése ser pensante que busca encontrar la verdad y la razón de las cosas y su lugar en el mundo.
Posteriormente  y siguiendo el proceso, que denominamos normal, él tendrá que ser sometido a un sistema educativo formal que se encargará de opacar su verdadera naturaleza intrépida, que le lleva sin temor alguno  a trepar el árbol, arrojarse desde lo alto, etc… para enseñarle los “buenos modales” que debe seguir en medio de un mundo condicionado por los miedos y la ignorancia.
Una naturaleza esencial del niño es la capacidad imaginativa que como artista natural posé, es capaz de hacer de un palo un caballito, de un zapato un teléfono, pero sobretodo, de construir el mundo desde su perspectiva y su imaginación ilimitada…  y otra vez la educación social se encargara de anular al artista innato sometiéndolo a lo que denominamos lo real y verdadero, a la realidad convencional a la que seremos esclavizados de por vida.
Antes de que el proceso educativo  integre en su corazón el sentido egótico de competencia e individualidad, el niño es un ser amoroso y emocionalmente sano, pues un minuto después de pelearse con sus amiguitos  ya los estará abrazando.   
El niño es un místico natural  que logra entrar un éxtasis al contemplar una flor, escuchar la sinfonía natural del viento y mirar la magia de una estrella. El  vive en el aquí y ahora, en el eterno presente, para él no existe pasado ni la preocupación por el futuro…
Un niño comparte cuanto tiene, desde un dulce hasta sus sueños, es por ende, un altruista natural.
Cuando al niño ya  se le ha  educado enseñándole a sentirse y saberse único e irrepetible, se  le inserta en un mundo  de egoísmos y de lucha contra los demás, aparece el factor condicionante de mayor impacto, la religión.
Los 3 factores esenciales de la educación condicionante y obnubilante del ser humano son la familia, la escuela y la religión. Esta última se encarga de someterlo a través de tradiciones, miedos y dogmas, privándolo fundamentalmente, de su verdadera y natural  esencia divina.
Luego entonces sí el hombre nace siendo un ser virtuoso, intrépido, amoroso, filosófico, creativo, imaginativo, que ama la vida y sus semejantes; sano física, mental y emocionalmente .  Es decir, nace siendo un ser iluminado, la Budeidad encarnada, la Cristificación búdica, etc…  y, ¡oh, terrible realidad, que  le espera en su tránsito por la vida y sus condicionantes procesos educativos! Que, irremediablemente,  le llevaran a terminar el viaje  siendo un anciano enfermo, peleado con la vida y consigo mismo; Ajeno al mundo, egoísta, amargado e  ignorante de su esencia divina y de su deber para consigo mismo, con la vida y el universo; Arrepentido, frustrado y ante todo lleno de miedos y   angustias, sintiéndose un estorbo en la familia…  y ,sobretodo, sabiendo que sólo  fue  objeto de lucro, esclavismo,  enajenación  y explotación a lo largo de su vida.
Cabe entonces preguntarse cuál es la causa que media entre el ser de luz que nace y el monstruo de la obscuridad  en que fallece. La respuesta es evidente: un proceso educativo que responde,  sobretodo,  a intereses de un sistema social,  que sobrevive esclavizando y sometiendo al hombre  a un esclavismo egótico basado en la ignorancia de su Divina esencia.

¿Cómo podemos rescatar  la  esencia divina del ser humano? ¿cómo y a través de qué medios podríamos rescatar lo humano por medio de lo  humano?  Desde mi propia perspectiva la enseñanza del yoga en las escuelas sería una gran alternativa para solucionar los estragos del condicionamiento social. Puesto que la escuela es el espacio ideal para gestar los cambios sociales y fomentar los valores necesarios en tiempos de crisis. Para ello se deberían usar diversos aspectos y formas del yoga actual.
El Hatha yoga nos ayudaría en gran medida a desarrollar aptitudes físicas y, por supuesto una mejor condición y una educación física más integral que la mera práctica de un deporte. A la par que nos generaría más conciencia corporal y mejores niveles de relajación…puntos clave para evitar la actual cultura sedentaria en que se ha sumergido la mayoría de los seres humanos, debido en gran medida al uso excesivo de la tecnología cibernética y automotriz, etc…

En la clase de yoga, el ser humano se confronta con sus principales  miedos, razón por la cual le es tan difícil pararse de cabeza, pues una acción tan simple le implica romper con toda una cultura que se basa en el miedo.

La práctica de la meditación nos ayudaría, por supuesto, a generar altos niveles de concentración y atención en los escolares. Al igual que la denominada meditación reflexiva o activa serviría de gran auxiliar al desarrollo de la conciencia social.
El sentido del trabajo en equipo podría desarrollarse más y mejor con la práctica del Partner yoga, pues con ella nos damos cuenta que “el otro nos ayuda a realizar  mejor nuestro trabajo” y que el adecuado apoyo  y cooperación conlleva a mejores y grandes resultados.
El proceso de la creatividad, sentido estético o educación artística y la libertad de expresión podría ser manejado , en gran medida, con el denominado yoga creativo y  el yoga Trance Dance.
El poder imaginativo podría ser trabajado por medio de la meditación guiada y la visualización.
La implementación del Yoga de la Risa evidentemente crearía un estado de relajación y diversión grupal como una forma alterna del desarrollo humano.
Es indudable que uno de los problemas más graves que enfrentamos ahora es la agresividad en el contexto escolar, debido en gran medida al  permanente influjo de violencia en los medios de información , juegos cibernéticos , etc..  y esta falta de valores morales podrían ser nuevamente generados a través de un proceso filosófico , donde el alumno llegue a darse cuenta del sentido de Unidad Universal a través del Gnani yoga, pues indudablemente, al saberse “una gota en medio del océano infinito del universo” se generaría un sentido de responsabilidad universal: “al ser y saberse  uno con todo lo demás, es evidente que cada pensamiento, palabra, acción o no acción repercute en Todo y en nosotros mismos como parte de esa totalidad.” .
Es necesario mencionar aquí que con la creación de un sentido de “lo absoluto” se generaría en él, un claro proceso devocional consciente que no le permita caer en el fanatismo religioso, resultado evidente de la ignorancia. Por ello la unión del Bhakti yoga y el Gnani yoga serían la clave para el desarrollo de un claro respeto y comprensión  de prácticas religiosas diversas.
Para generar un claro sentido de lo social y, por ende,  de la solidaridad, es evidente que la práctica del Karma yoga es básica en el proceso educativo.
Por todo lo antes mencionado la implementación del yoga en los diversos niveles escolares sería, en gran medida una excelente alternativa para crear los valores, aptitudes y actitudes  más indispensables que el humano necesita en los tiempos que vivimos.




K.D. Lic. Juan Carlos Martínez Parra.
www.yogapuebla.com.mx

miércoles, 21 de agosto de 2013

¿Cuál es la diferencia entre religión y espiritualidad?

RELIGIÓN Y ESPIRITUALIDAD.



Introducción.


Es cierto que hay distinciones válidas entre las dos, pero también hay una serie de distinciones problemáticas que a menudo e innecesariamente dividen los dos campos de pensamiento.

Uno de los problemas principales con los intentos de separar la religión de la espiritualidad es que la primera está cargada con todo lo negativo mientras que la segunda es exaltada con todo lo positivo.

Espiritualidad y religión se complementan pero no se confunden.


El desafío es reducir la distancia entre religión y espiritualidad, y cuidar de no abrazar una religión vacía de espiritualidad ni una espiritualidad solipsista, indiferente a las religiones.

La espiritualidad  debiera ser la puerta de entrada a las religiones. (religare).  Antes de pertenecer a una  religión sería mejor que ésta procurara  la experiencia de lo divino através de enseñar  a orar y a meditar con total conciencia para penetrar el sentido esóterico de los textos sagrados , de modo que las  religiones sean  "modulaciones" o formas (mentales) específicas de aquella filosofía original  de donde provienen.


Ni las personas ni los grupos humanos pueden soportar por mucho tiempo el vacío existencial. En un primer momento, quizás se eche mano de la compensación y de la "distracción", pero la insatisfacción creciente desencadenará una actitud de búsqueda de la plenitud presentida: es la búsqueda espiritual. Algo así parece estar sucediendo entre nosotros. A ojos de muchos analistas, resulta innegable que, en nuestro medio sociocultural, nos hallamos frente a un creciente resurgir de la espiritualidad. Y que dicho resurgir corre paralelo a un no menos evidente declive de la religión institucional. Hasta el punto de que, según ellos, nos encontraríamos ante el umbral de una etapa transreligiosa, transconfesional y postcristiana.

 La sociedad efímera necesita recuperar consistencia, solidificar la columna vertebral con valores que la reconstruya con solidez. Este proceso no es monopolio de las religiones establecidas. Está siendo asumido por movimientos sociales muy diferentes
.

Qué es espiritualidad


Cuando se habla de "espiritualidad" desde una opción religiosa es inevitable que sea comprendida y explicada a partir de la perspectiva de la propia religión, a la que se le asignará un estatus superior.

Como consecuencia de este modo de hacer ,se le ha sobreimpuesto a la espiritualidad  el corsé de la


 "espiritualidad" es  una palabra que ha sido víctima de una doble confusión: el pensamiento dualista que contraponía espíritu a materia, alma a cuerpo, y la reducción de la espiritualidad a la religión.


Etimologicamente  en la Biblia hebrea, el espíritu presenta forma femenina: es "la Ruaj", la brisa, ("aleteo" de Dios sobre las aguas, soplo,aliento, soplo, viento, respiración, fuerza, fuego...,) con nombre femenino que habla de maternidad y de ternura, de vitalidad y de caricia.

Con la traducción latina (Spiritus), el Espíritu se hizo masculino, y así ha llegado hasta nuestras lenguas modernas. Si algo tienen en común todos esos nombres es que remiten a la intuición de un "principio vital" o "latido" , en cuanto Dinamismo de Vida.

Conclusión:

Analogía:

Hay dos imágenes que se suelen utilizar habitualmente para hablar de la relación entre ambas: la del vaso y el agua, o la del mapa y el territorio. La espiritualidad es el agua que necesitamos si queremos vivir y crecer; la religión es el vaso que contiene el agua. La espiritualidad es el territorio último que anhelamos, porque constituye nuestra identidad más profunda; la religión es el mapa que quiere orientar hacia él.
Cuando se vive al servicio dela espiritualidad  la religión constituye un medio de transporte  –en palabras de Ken Wilber- que facilita la conexión con la dimensión espiritual: es el vaso que proporciona el acceso al agua; el mapa que baliza el camino hacia el territorio.

Sin embargo, cuando la religión se absolutiza, todo se desencaja. Lo que no es sino un medio, se arroga cualidad de fin último, haciendo que todo gire en torno a ella. Se hacen presentes el dogmatismo y la exclusión. En esa misma medida, la persona religiosa proyecta en la religión la seguridad con la que sueña. Quizás no esté de más señalar que esa tendencia a la absolutización constituye una característica del modo de funcionar de nuestra mente. Es consecuencia de la propia limitación de la misma y va de la mano de la necesidad psicológica de seguridad.

 Entre religión y espiritualidad no tiene por qué haber enfrentamiento, así como tampoco identificación.
Esta afirmación conlleva dos conclusiones inmediatas: por un lado,

1.- una religión conscientemente alentada por la espiritualidad resulta beneficiosa y eficaz.
2.- la afirmación de la no-identificación entre ambas permite reconocer la existencia de una espiritualidad laica o incluso atea.

Así como se genera la inteligencia emocional también

  ¡Es posible crear  una inteligencia espiritual ¡

La inteligencia espiritual dotaría a las personas de las siguientes capacidades:
• capacidad de reconocer, nombrar y dar respuesta a las necesidades espirituales;
• capacidad de trascender la mente y el yo: somos más que la mente;
• capacidad de separar la conciencia de los pensamientos;
• capacidad de percibir la dimensión profunda de lo real;
• capacidad de percibir y vivir la Unidad (No-dualidad) que somos.
Conclusión

El sueño es que, en el siglo XXI, se reconozca la dimensión espiritual (transpersonal) de la vida humana, con todo lo que ello implica a todos los niveles. Porque negar o no tener en cuenta la dimensión espiritual es reducir al ser humano, olvidando precisamente aquello que lo constituye en su verdad última. El cultivo de la auténtica espiritualidad no es una huida del mundo real; no es tampoco la adhesión a una confesión religiosa, a unas creencias o dogmas.